Timados
Mércores, 16 de Setembro, 2009Será coincidencia, pero en cuestión de días a tres lucenses se les ha quedado cara de idiota tras sufrir lo que la ley denomina como timo y el vulgo como una merecida lección. Y es que el ‘tocomocho’, el ‘hurto mágico’ o el ‘falso vidente’ que les endiñaron a estos panolis no son más que un exagerado ejemplo de lo que a diario sufren otros ciudadanos a los que ciega esa peligrosa mezcla de avaricia, oportunismo y falsa ilusión. Porque quién puede decir que nunca ha sufrido el frustrante despertar del espejismo construido a base de artimaña y falsedad. Acaso no se sentirá así el parado que creyó que la desaceleración no acabaría en crisis, la mujer que se entregó a un tirano que se vestía de príncipe azul, el militante político al que nunca le llegó el cargo prometido o el inmigrante que descubrió el infierno donde contaba encontrar el paraíso. La suya es una estafa mayor que la denunciada estos días en la comisaría lucense, pues la sociedad da por prescrito el delito con la indiferencia de la cotidianidad. No se fíen, mañana pueden ustedes ser los timados, pero no por esos artistas del engaño burlesco protagonistas de la crónica literaria, sino por los canallas engalanados que deslumbran desde tribunas, rascacielos o escenarios. Esos sí que son una amenaza.