ECONOMÍA DE guerra es lo que prima en los presupuestos municipales para 2010 que está negociando el gobierno local con la oposición con vista a la aprobación en el pleno del próximo día 28. El principal problema es la drástica reducción de los ingresos, pero como quiera que el llamado capítulo 1, el de gastos de personal, incluso crece en más de 300.000 euros, el porcentaje sobre el presupuesto total se incrementa, lo que hace prever, como así augura el BNG, que con el paso de los años sólo haya dinero para pagar nóminas y facturas.
Una de las medidas propuestas por el equipo de gobierno ha sido la congelación salarial, por segundo año consecutivo, de los sueldos de los políticos y asesores, una cifra que representa un pico, puesto que supone 1.574.000 euros sólo en salarios, sin contar las dietas por asistencias a plenos o comisiones.
El alcalde, José López Orozco, mantendrá así un salario anual de 64.260 euros, mientras que ocho tenientes de alcalde socialistas, así como dos ediles del PP y uno del BNG percibirán 47.754 euros cada uno. Finalmente, otros tres concejales de la oposición con dedicación parcial van a percibir 23.870 euros al año. El resto de ediles sin dedicación exclusiva se contentarán con los 120 euros por asistencia a plenos y 60 por comisiones de gobierno. Además, los tres grupos políticos se repartirán 380.400 euros al año, a razón de 13.500 al mes para los socialistas, 11.100 para los populares y 7.100 para los nacionalistas.
Quienes también verán congelados sus salarios son los 18 asesores del alcalde y los grupos municipales, cuyas nóminas suponenun coste anual de 533.000 euros. Pero lo cierto es que para muchos ciudadanos el gasto que supone ya no sólo la corporación sino también los asesores del alcalde y los grupos municipales sigue siendo excesivo.
Novo Freire cobraba 90.0000 pesetas de alcalde
El ex concejal lucense Ramón González es uno de los considera escandaloso este coste y para ello aporta el dato de las nóminas que cobraban algunas corporaciones en las que figuró, como la liderada por José Novo Freire en 1980, donde el alcalde cobraba 90.000 pesetas mensuales, mientras que los concejales tenían una asignación mensual de 5.000 pesetas.
Además, percibían 7.500 pesetas por asistencia a cada pleno. Dos años después y ya con Vicente Quiroga en la alcaldía, el sueldo mensual del regidor subió a 200.000 pesetas, lejos aún de las 765.000 pesetas, al cambio, del sueldo del actual alcalde. Ramón González, que ha publicado trabajos sobre la historia municipal de la ciudad, también lamenta que ahora las comisiones con presencia de la oposición sólo se reúnan para debatir los grandes asuntos, ya que antes incluso supervisaban las licencias de obra.