Cuando ‘lo mío’ es cuestión colectiva
Martes, 6 de Xullo, 2010EL URBANISMO suele ser una cuestión de la que el ciudadano sólo se preocupa cuando sus propiedades o el entorno en el que reside se ven afectadas por decisiones políticas que pueden ser modificadas si los implicados hacen ruido y ponen nerviosos a quienes ocupan el poder.
Seis de esas asociaciones que suelen importunar a los políticos convocaron esta semana un foro en el que sacaron los colores a gobernantes de uno y otro color por haber generado problemas urbanísticos ante los que dicen que el ciudadano sufre una auténtica indefensión. Y es que a veces los gobiernos cambian, pero los conflictos permanecen y son pocos los dirigentes que se implican en su resolución, para no pillarse los dedos con asuntos donde los jueces pueden acabar exigiendo indemnizaciones u ordenando inhabilitaciones para cargos públicos.
El colectivo promotor fue la asociación en defensa del parque Rosalía, surgida a raíz de la urbanización de la finca de O Garañón anexa a las Cuestas y que llegó a recabar más de 12.000 firmas para exigir que no se construyan unos edificios que afearán el entorno de la zona verde más emblemática de la ciudad. Tras años de movilizaciones han logrado al menos que el promotor paralice los trabajos, una situación en la que seguramente ha tenido mucho más que ver la crisis que afecta al ladrillo que la voluntad de la empresa por negociar una solución.
Porque como quiera que los conflictos urbanístico que llegan a los tribunales tardan años en resolverse, cuando se ordenan los derribos, por regla general los propietarios ya son particulares que ocupan esos pisos y que están dispuestos a defender como sea sus hogares. Un colectivo de afectados por este tipo de sentencias son los vecinos de O Lodeiro, en Viveiro, donde el Tribunal Supremo ordenó tirar las 118 viviendas. Ellos representan la otra cara de ese urbanismo desordenado que documentos como el PXOM quieren impedir, aunque teniendo en cuenta las críticas contra el plan que se han generado antes de su aprobación definitiva, mucho nos tememos que la batalla urbanística acabe convertida en una guerra legal con graves consecuencias para las arcas municipales.
EL PXOM SIGUE PENDIENTE DEL APROBADO DE CULTURA
El BNG volvió a exigir esta semana al gobierno local que presente los cambios introducidos en el PXOM tras el informe negativo de la Xunta. La delegada de urbanismo, María Novo, respondió que la Consellería de Cultura todavía no envió sus objeciones al documento y que una vez se conozcan se introducirán y se convocará el pleno extraordinario para la aprobación definitiva del plan.