Columnismo
Venres, 25 de Marzo, 2011Me voy a apuntar al carro de mis compañeros de sección que esta semana se han decidido a hablar sobre las peripecias del columnismo tras asumir que la actualidad está tan trillada por tertulianos, blogueros, twiteros, analistas o expertos que ya resulta imposible dar una vuelta a la tuerca sin pasarnos de rosca. Y es que las redes sociales, los foros, los comentarios en digitales o, en definitiva, cualquier mecanismo donde se puede practicar
el llamado periodismo ciudadano genera tal competencia en los profesionales de la comunicación que no queda otra que pasar de puntillas por el género de la opinión y darlo todo en lo que de verdad nos debe importar, ofrecer información veraz y contrastada a los lectores, por mucho que cueste conseguirla.
Porque competir con esa cohorte de voluntariosos, ingeniosos y, sobre todo, ociosos amantes del comentario de actualidad se nos está haciendo cada vez más cuesta arriba y sólo hay que echar un vistazo a los periódicos digitales para ver que al poco tiempo de publicarse una noticia ya hay alguien subiendo su apunte o reflexión, cuando no tratando de complementarla con datos de dudosa fiabilidad.
Los gurús del periodismo dicen que toca reinventarse y en la opinión quizá hasta vamos demasiado tarde.