La quita
Xoves, 21 de Marzo, 2013Quita es una palabra tan envenenada que el mero hecho de pronunciarla ya induce a la enmienda. Y eso es precisamente lo que acaban de hacer las autoridades chipriotas, que tras anunciar que le iban a dar un bocado a los ahorros de sus ciudadanos para pagar la factura de la fiesta bancaria, se dieron un tiempo para repensarlo.
La indignación de la ciudadanía fue la previsible y necesaria, y es la misma que aquí vemos cada vez que se manifiestan los afectados por las preferentes, a quienes también se les ofrece un vergonzoso hachazo a su inversión a cambio de recibir dinero contante y sonante.
Pero también tenemos a diario ejemplos de quitas salariales, de servicios hasta ahora gratuitos o de derechos laborales adquiridos a lo largo de varias generaciones, aunque la única quita que parece que no acaba de consumarse, por mucho que se esté debatiendo sobre ello, es la de políticos, quizá porque también han visto el peligro que supone destapar esa caja de los truenos.
Cigarras y hormigas son por tanto víctimas de una política de quitas lanzada por esa siniestra troika que forman BCE, Eurogrupo y FMI, y que parece que lo único que busca es infundir miedo en una ciudadanía cuya paciencia parece estar tocando fondo. Ante sus continuas acometidas y las de sus subordinados, quizá toca aplicar aquel consejo de James Bond: «Que no te vean sangrar».