La quita

Quita es una palabra tan envenenada que el mero hecho de pronunciarla ya induce a la enmienda. Y eso es precisamente lo que acaban de hacer las autoridades chipriotas, que tras anunciar que le iban a dar un bocado a los ahorros de sus ciudadanos para pagar la factura de la fiesta bancaria, se dieron un tiempo para repensarlo.
La indignación de la ciudadanía fue la previsible y necesaria, y es la misma que aquí vemos cada vez que se manifiestan los afectados por las preferentes, a quienes también se les ofrece un vergonzoso hachazo a su inversión a cambio de recibir dinero contante y sonante.
Pero también tenemos a diario ejemplos de quitas salariales, de servicios hasta ahora gratuitos o  de derechos laborales adquiridos a lo largo de varias generaciones, aunque la única quita que parece que no acaba de consumarse, por mucho que se esté debatiendo sobre ello, es la de políticos, quizá porque también han visto el peligro que supone destapar esa caja de los truenos.
Cigarras y hormigas son por tanto víctimas de una política de quitas lanzada por esa siniestra troika que forman BCE, Eurogrupo y FMI, y que parece que lo único que busca es infundir miedo en una ciudadanía cuya paciencia parece estar tocando fondo. Ante sus continuas acometidas y las de sus subordinados, quizá toca aplicar aquel consejo de James Bond: «Que no te vean sangrar».

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2 Comentarios a “La quita”

  1. Marcos

    Ahora quieren quitar la partída para trasplantes a las comunidades que no cumplan. En total, para toda españa, dos millones de euros( A cambio de vidas ) lo que supone el importe de unas tres cafeterías del Parque Rosalía. En un asunto del que somos campeónes del mundo no se puede escatimar. ¿ O es que vamos a clausular la selección española de fútbol?. Mejor dejar la selección ynseguir con los transplantes.

  2. Laura

    Lo hecho en Chipre, el que no se abra una cuenta en Suiza será por no saber o por ser ingenuo, porque el mensaje es claro: nos apropiaremos de lo que nos de la gana, cuando nos de la gana y lo revestiremos legalmente. Y todo, en el fondo, para que los grandes sigan alimentando al monstruo insaciable llamado Bruselas [¿alguien tiene idea de los organismos existentes de la UE y el total de funcionarios y políticos que cobran de la misma?]
    Una sociedad sana se basa en un equilibrio de fuerzas. Los desequilibrios como los que se dan ahora provocan injusticias en la sociedad, en España ganan los injustos, los que quieren que la brecha se haga inmensa.

    Impiden que el péndulo vuelva a su posición, por todos los medios, humillando a las clases medias, despojándolas de cualquier tipo de valor, y proletarizandolas a través de una fiscalidad injusta. A los ricos mientras tanto se les da una amnistía fiscal.

    Junto con la corrupción esas políticas están agotando el sistema, y el crecimiento geométrico de la población, mientras los recursos aumentan [si es que lo hacen] de forma aritmética, como mucho.

    Lo que Mariano dice a lo que hace hay un buen trecho .

    De todas formas, a pesar de mi excepticismo sobre el personaje, caí en la trampa de votarle. Su ultra-inmovilismo, que algunos confunden con conservadurismo, le obligaría a asumir la realidad, de que tenía que adelgazar la estructura, sufre de autismo severo y bajo ningún concepto está dispuesto a cambiar absolutamente nada. Lo que inevitablemente acabará llevándose el régimen de 1.978 por delante, si la economía no remonta antes de fin de año.

    Antes, en el siglo XX, esto se resolvía con conflictos bélicos de ámbito mundial. Hoy, o mañana, mejor dicho, espero que no se les ocurra la misma solución.