Archivo de Xuño, 2013

Duelo por un empresario

Mércores, 19 de Xuño, 2013

Ya no nos deberían de asustar a estas alturas los comentarios de alguna calaña del empresariado español, aunque la capacidad de asombro aún tiene cotas por superar cuando al ansia usurera de algún ejemplar se suma su involución hacia la especie primate.

Porque uno de los efectos de la crisis más perniciosos para esta civilización no es que el banco malo deje sin duplex a una familia y le obligue a apretarse en un apartamento, que las vacaciones en Marina D’or se transformen en paseos a media tarde por el pueblo de los abuelos o que los maleteros del coche de tercera mano vuelvan el sábado vacíos del centro comercial. No, eso no es lo peor, porque esa revisión a la baja de la nuestra historia reciente ya fue asumida por otras generaciones antes. Lo peor de esta crisis y lo que de verdad nos da la sensación de que hemos tocado fondo es escucharle a quien debería representar a una parte de la sociedad que cree en el futuro y en la gente a la que contrata para sacar adelante sus proyectos, decir que considera excesivos los días de permiso que un empleado tiene para enterrar a un ser querido, un derecho que como mucho tendrá que utilizar una o dos veces a lo largo de toda su vida laboral.

A esos empresarios como ese directivo de la Ceoe que advirtió de que a los entierros no se va en diligencia, solo hay que desearles que cuando a ellos les llegue su hora nadie pierda ni un solo minuto en el duelo.

Museo busca contenido

Mércores, 12 de Xuño, 2013

El efecto que el Museo Guggenheim de Bilbao tuvo en la transformación de una ciudad gris y decadente, unido a los ingresos que los ayuntamientos obtuvieron de la burbuja inmobiliaria, desataron desde los noventa en España una fiebre megalómana por las infraestructuras culturales entre alcaldes deseosos de dejar huella, aunque fuese a modo de agujero financiero. Grandes urbes inauguraron museos, auditorios, planetarios y acuarios firmados por cotizados arquitectos, mientras las modestas capitales trataban de imitar la orgía de cemento y hierro a la vista con propuestas a veces disparatadas.

El problema llegó a la hora de llenar de contenido medianamente interesante estos edificios, a fin de evitar que el punto más entretenido de la visita fuese la tienda de souvenirs. Un ejemplo lo viví la pasada Semana Santa en el Centro Niemeyer de Avilés, que costó la friolera de 44 millones de euros y donde lo único que se exhibía eran veinte trajes de un concurso de diseño, mientras la parte más representativa, su torre panorámica, había sido convertida en un exclusivo restaurante al que solo se podía acceder con reserva.

Lugo no fue ajeno a este mal endémico y el que iba ser Museo Interactivo de la Historia se está reconvirtiendo en miniauditorio, mientras el Museo Provincial va a perder por la negligencia de los políticos su colección más valiosa. Habrá quien proponga poner en el hueco que deja un lounge bar.

Una cuestión de salud

Xoves, 6 de Xuño, 2013

No son estos tiempos de pedirle grandes inversiones a la Administración porque bastante tiene con mantener servicios e instalaciones, con pagar nóminas a funcionarios y políticos o con no rebajar pensiones ni prestaciones por desempleo. Pero hay promesas que no caen en saco roto para la ciudadanía. Suelen ser aquellas que tienen que ver con aquello que de verdad nos importa cuando lo perdemos temporalmente, la salud.

Han pasado ya dos años largos desde que el presidente de la Xunta se comprometiera a dotar al nuevo hospital de Lugo de servicios médicos necesarios para una provincia tan envejecida, como son Hemodinámica, Medicina Nuclear y Radioterapia. Pero por ahora solo hay el compromiso de crear una sala para infartados en horario de oficina, mientras el resto de dotaciones, de elevado coste, están pendientes de presupuesto y voluntad.

La movilización de grupos vecinales y sociales, a la que oportunistamente se suman políticos que cuando gobiernan también incumplen promesas, no hizo reaccionar a quienes tienen en su mano dotar a un hospital del siglo XXI de la tecnología que se precisa para salvar vidas o para hacer más llevadera una enfermedad. Aun así, esta jueves hay convocada una nueva marcha para volver a recordarles a aquellos que deciden que nadie está libre de ser el siguiente en necesitar esos servicios médicos que Lugo demanda.