Eolo
Luns, 23 de Xuño, 2008Aunque estos días Lugo vivió entregado a homenajear a las deidades romanas, Galicia quiso convertirse la pasada semana en esa isla flotante llamada Eolia, donde habitaba el guardian de los vientos, llamado aquí Consellería de Innovación. El concurso para la concesión de nuevas licencias de explotación eólica bien podía parecer una más de las decisiones que adoptaba el señor mitológico, que según la tradición gobernaba con dominio absoluto los vientos, apresándolos o liberándolos a su antojo. Este Elolo burócrata, al igual que el dios griego, recibía solicitudes de ayuda de otros grandes señores, aunque en esta ocasión la transparencia ha querido ser mayor que en anteriores concursos, para evitar polémicas en un negocio que ya está reportando grandes beneficios a las empresas. Y es que al igual que había ocurrido en ‘La Odisea’ de Homero, aquella bolsa entregada a Ulises donde Eolo depositó todos los vientos y que fue abierta pensando que contenía oro, acabó siendo una caja de los truenos que merecía una regulación. En tres o cuatro meses la Xunta resolverá quién podrá aprovechar ese recurso energético gallego que bien usado debería servir para llevar la nave gallega a esa Itaca soñada donde los beneficios de la tierra también repercutan en sus habitantes.