En tránsito

La imagen de un ciudadano delante del concello de Lugo, megáfono en mano y acusando de todos sus males al portavoz del PP se repite a cada convocatoria de pleno y bien podría ser la metáfora de un país en el que miles de personas claman en el desierto contra ya no se sabe quién ni qué. A los políticos les va en el sueldo estas molestas compañías, aunque la raya que divide el pataleo del acoso sea difícil de definir. Aun así, me quedo con una sociedad en la que las quejas contra lo público puedan ser trasladadas no solo a través de un formulario oficial, sino también in voce —dentro de los decibelios permitidos, eso sí— ante quienes les representan.
El comienzo del curso político augura nuevas movilizaciones colectivas e individuales, porque el ciudadano sigue sin acostumbrarse a esa devaluación de la dignidad que había ido atesorando a base de esfuerzo y tesón. La protesta es el único derecho que aún no se ha recortado, aunque su efectividad sea cada vez menor a medida que aumenta la desesperanza.
Septiembre es un mes de tránsito hacia otro otoño incierto en el que nadie quiere aventurar si será el último en el fondo del pozo. El Ibex, la prima de riesgo, las cifras del paro ya no nos sirven de barómetro que anuncie brotes verdes y solo los colores del cielo en el crepúsculo, sentados al calor de un banco de piedra, nos ofrecen el único mensaje de serenidad que se otea en el horizonte.

Tags: , , ,

2 Comentarios a “En tránsito”

  1. unodetantos

    En tránsito están ahora mismo diez ex-trabajadores de El progreso.

  2. Chiky

    Menudas vacaciones, y lo del tio del megafono, es cierto?